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Los Modernos "Protocolos de Sion"

Cómo los medios de masa propagan hoy día la misma propaganda que causó más de 5 millones de muertes
judías en la Segunda Guerra
 

Historical and Investigative Research
Agosto 25, 2005, por Francisco Gil-White

http://www.hirhome.com/israel/sp-mprot1.htm

 

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[ translation: José Luís López ]

Los genocidios no suceden por arte de magia. Los asesinos deben imaginar que matan en defensa propia. Es decir, las victimas del exterminio deben ser primero percibidas como un peligro mortal, y para ello será necesaria una campaña de propaganda. La propaganda responsable de que fueran exterminados entre 5 y 6 millones de judíos en la Segunda Guerra se llamaba Los Protocolos de los Sabios de Sion. En este y otros artículos se documenta que, una vez más, los medios de comunicación masiva occidentales están haciendo cundir esta propaganda, como lo fue en el preludio de la Segunda Guerra Mundial.

Ya se avecina la siguiente catástrofe...
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Prefacio Breve

¿Qué posibilidades hay de una masacre antijudía en el siglo 21?

Responder a esta pregunta implica hacer una predicción. Cualquier tipo de predicción requiere evaluar patrones pasados a fin de suponer cuestiones futuras. Así, a fin de prever la posibilidad de una masacre antijudía en el siglo 21, examinamos el pasado para saber si tal acontecimiento sería sorprendente o normal. Como veremos, es normal. Durante 2000 años lo más común es encontrarse siglos con al menos una carnicería antijudía. Los datos en la lista que presento a continuación—que no es completa, pero que será suficiente para demostrar lo que digo—han sido tomados en su mayoría de la historia del antisemitismo occidental escrita por James Carroll, titulada Constantine's Sword:

Siglo 1 - Genocidio por parte de los romanos (‘Primera Guerra Judía’)

Siglo 2  - Genocidio por parte de los romanos (‘Segunda Guerra Judía’)

Siglo 3  - San Ambrosio fomenta la quema de sinagogas en un esfuerzo por abolir el judaísmo.

Siglo 5 - Masacre de judíos en Alejandría.

Siglo 11 - Los cruzados masacran comunidades judías en la zona del Rin Alemán.

Siglo 12 - Los cruzados masacran a los judíos en Europa; persecuciones en España.

Siglo 13 - Conversiones forzadas de judíos en toda Europa.

Siglo 14 - Los judíos son culpados de la Peste Negra. Quizá trescientas comunidades judías son asoladas. Los judíos en la zona del Rin alemán son exterminados. Los judíos en Sevilla son masacrados, y después hay pogroms por toda la península ibérica.

Siglo 15 - Inquisición Española. Muchos judíos son asesinados. Mas de 150,000 son expulsados de España.

Siglo 16 - La Inquisición se convierte en un fenómeno pan-Europeo.

Siglo 17 - La Inquisición continúa.

Siglo 19 - En 1827 el zar ruso comenzó un proceso de genocidio lento contra los judíos del este de Europa, reclutando por la fuerza a niños judíos de ocho años. Un poco más tarde la tasa de reclutamiento forzoso impuesta a los judíos se volvió 5 veces más alta de la aplicada a cualquier otra población, y equivalente a la la aplicada a grupos seleccionados para castigo. El servicio militar duraba 25 años.
[0]

Siglo 19 - Pogromos contra los judíos del este que vivían en el imperio ruso.

Siglo 20 - Pogromos contra los judíos del este que vivían en el imperio ruso, y después un genocidio en toda Europa a manos de los nazis alemanes.

Las masacres del siglo veinte, aún recientes, fueron especialmente sangrientas. Se oye mucho el refrán “Nunca Más,” lo cual quiere decir nunca más un Holocausto como el llevado a cabo por los nazis alemanes. Ese refrán se invoca como si fuera una frase mágica, como si recitarla tuviera el poder de prevenir la siguiente atrocidad antisemita masiva. No tiene semejante poder. Si prácticamente cada siglo durante dos mil años han habido grandes masacres de judíos en el mundo occidental, entonces la predicción menos arriesgada que puede hacer un historiador para el siglo veintiuno es que habrá otra—sin echarle ojo siquiera a la evidencia. Son los que aseveran lo contrario quienes tienen que documentar que el mundo ha cambiado.

No pueden hacerlo.

Los Protocolos de los Sabios de Sion, aquella propaganda hostil que causó la persecución y/o la muerte de cientos de miles de judíos en la Rusia zarista, y después causó el exterminio de entre 5 y 6 millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial, está siendo difundida bajo otras luces, y muy enérgicamente, por los medios de comunicación occidentales. El resultado será el mismo: una gran masacre de judíos. Este artículo documentará lo que hacen los medios de masas y como preparan el terreno para el siguiente genocidio, que se nos viene ya encima. A menos que esto sea comprendido rápidamente por los millones de personas que ya sea matarán, asistirán, o se quedarán callados, la gran catástrofe judía de nuestra era pronto nos rebasará.

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1. Introducción: Los "Protocolos de los Sabios de Sion" desde la más amplia perspectiva histórica.
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Jorge Santayana célebremente dijo: “Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo.” Lo que quiso decir es que los problemas tienen causas; si estas no son examinadas, no podrán ser reconocidas el día que regresen, y entonces habremos otra vez de sufrir sus consecuencias. Cuando se trata de una guerra genocida, desastrosa, como fue la Segunda Guerra Mundial, hablamos de problemas que realmente sería mejor evitar. Mas vale, por ende, prestar mucha atención a las causas.

Así que preguntemos: ¿Qué provoca que un pueblo extermine a otro?

La respuesta, creo yo, es menos complicada de lo que parece ser a la luz de las retorcidas reflexiones que se han producido sobre las masacres de la Segunda Guerra. Es cierto que mucha gente obedece a ciegas, que somos unos borregos, etcétera. Pero vamos, el exterminio es el más extremo de todos los posibles comportamientos humanos; la gente no lo hace a menos que crea estar defendiéndose.

O digamos que esta es mi hipótesis.

Lo que predice mi hipótesis es que los exterminios serán precedidos por esfuerzos propagandísticos masivos, dirigidos a convencer a muchos en la población A de que la población B representa un peligro inminente, catastrófico, y que por lo tanto debe ser destruida—en defensa propia. ¿Tenemos evidencia de semejante esfuerzo propagandístico masivo en las décadas que precedieron a la Segunda Guerra?

Sí la tenemos.

Al amanecer del siglo veinte, la policía secreta del zar ruso, la Ojrana, creó una difamación en la que se acusaba a ‘los judíos’ de controlar en secreto a todos los gobiernos de Europa y el de Estados Unidos, además de dirigir todos los movimientos revolucionarios, sin olvidar todas las industrias capitalistas. El documento se llamaba Los Protocolos de los Sabios de Sion, y fingía ser las minutas de una junta concertada por un círculo de judíos ultra poderosos que en secreto lo controlaban todo. Estos supuestos sabios judíos se representan a sí mismos en el documento, absurda y orgullosamente, como malvados, y detallan la forma como destruirán a la ‘civilización gentil’ (léase cristiana). Son malos.

Con este fraude, los agentes del zar querían prevenir la revolución que ya fermentaba, distrayendo a las oprimidas masas rusas con la amenaza que ‘los judíos’—una minoría pobre y especialmente oprimida—supuestamente representaba para todo el mundo. La revolución no fue esquivada, pero el fraude de Los Protocolos tuvo por consecuencia en el Imperio Ruso una serie de pogromos, es decir episodios de vandalismo y saqueo bendecidos por las autoridades, incluyendo grandes masacres que costaron decenas de miles de vidas judías.[1]

En 1921, Phillip Graves del periódico londinense The Times publicó en primera plana un artículo demostrando que Los Protocolos de Sion era un plagio de tres obras de ficción, pero sobre todo de Diálogo en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu. Diálogo, de hecho, era un análisis político del régimen represivo de Napoleón III, obra de Maurice Joly, que no hace referencia alguna a los judíos por la razón excelente de que nada tiene que ver con ellos. Para establecer todo esto, Graves puso lado a lado citas de Diálogo y de Los Protocolos para que lectores del Times pudieran ver que las citas eran prácticamente idénticas.[2]

No surtió efecto. Los Protocolos de Sion pasó a convertirse en un gran ‘bestseller’ en toda Europa y Estados Unidos, y en el resto del mundo, gracias al patrocinio enérgico de antisemitas millonarios como Henry Ford y muchos otros.[2a] La histeria anti-judía continuó creciendo, y cuando Adolfo Hitler subió al poder en Alemania Los Protocolos se volvió lectura obligada en las escuelas del Tercer Reich.[3] De esta forma, una gran multitud de occidentales comunes y corrientes acabaron creyendo que ‘los judíos’ representaban para ellos un peligro mortal: el así llamado ‘Peligro Judío’ (‘Jewish Peril’).

Este histérico terror preparó el terreno para el exterminio.

Ahora, las aseveraciones de Los Protocolos de Sion eran completamente contradictorias y cada una de ellas por sí sola descabellada. ¿Por qué iban ‘los judíos,’ actuando en conjunto, a promover al mismo tiempo el capitalismo y su destrucción?; ¿Cómo podían, siendo históricamente la población más oprimida, en su mayoría muy pobres, y muchos de ellos (en Rusia) semi-esclavos, controlar los gobiernos de Europa y el de Estados Unidos?; ¿Por qué se permitían vivir en desventaja extrema si eran tan poderosos? Y comenzadas las matanzas, cabía otra pregunta: ¿Por qué no utilizaban ‘los judíos’ aquel enorme poder que supuestamente tenían para contrarrestar el salvajismo de los pogromos rusos y luego de la Solución Final nazi?

Pero los gentiles comunes y corrientes a quienes era dirigida la propaganda antisemita no se detuvieron a hacer estas preguntas obvias, porque habían heredado una tradición de dos mil años en que ‘los judíos’ eran siempre demonizados por las autoridades cristianas como poderosamente ‘malvados,’ y además con el afán de hacerle daño a ‘los cristianos.’

Estas acusaciones habían producido ya muchas masacres antijudías en el pasado. Analizar la lista completa que presenté al principio nos tendría aquí para siempre, pero el ejemplo del siglo catorce es dramático y pedagógico porque se parece mucho en su estructura a la acusación del zar: cuando 23 millones de europeos murieron en la Peste Negra del siglo 14, la culpa se la echaron a una conspiración judía imaginaria, y eso produjo masacres antijudías en Europa y, en algunas partes, exterminios.

Hoy día sabemos que la Peste Negra fue una epidemia de peste bubónica y neumónica originando probablemente en Asia Central y viajando a China, India, Egipto, y Asia Menor, llegando a Europa alrededor del año 1346. Pero los europeos medievales no lo sabían. Lo único que sabían era que todo mundo se estaba muriendo y que odiaban a los judíos. Así que pronto circuló un rumor que las muertes eran causa de un complot judío para envenenar los pozos de agua potable europeos. Como lo explica James Carroll, en su reciente historia del antisemitismo occidental:

“…los sobrevivientes en las ciudades [devastadas por la peste] creían saber la causa: un complot judío para envenenar los pozos… Un rumor astuto identificaba a un oriundo de Toledo, un tal Jacobo Pascual, cuyo nombre sugería la pascua, como el cabecilla del complot… un grupo de judíos en Iberia suministraba veneno a agentes judíos en el resto de Europa—una primera conspiración internacional. Bajo tortura, algunos judíos en Ginebra confesaron que el rumor era cierto, y con eso bastó. Como había sucedido también en las Cruzadas, la primera conflagración de violencia antijudía se gestó en Renania, donde muchísimos judíos fueron asesinados. Un cronista reportó que doce mil fueron muertos nada más en Maguncia—un eco de [la cruzada de] 1096… ‘Para cuando había pasado la peste,’ observó [la historiadora] Barbara Tuchman, ‘quedaban pocos judíos en Alemania o en los Países Bajos.’”[4]

Por supuesto que los judíos también sufrieron como víctimas directas de la Peste Negra, pero los cristianos enfurecidos que creían estarse defendiendo al exterminar a los judíos no se detuvieron a preguntarse por qué los judíos se envenenarían a sí mismos. Mas tarde, tampoco los europeos del siglo veinte se detendrían a examinar los absurdos insólitos de Los Protocolos de Sion. Las similitudes que se ven en los dos casos son tan dramáticas que es imposible no ver una causalidad: la acusación anterior crea el terreno fértil para la siguiente.

Aún en el contexto de su tiempo, las acusaciones de la Peste Negra contra el pueblo judío fueron espectacularmente absurdas. Consideremos solamente que “Alrededor de la mitad de la población noruega murió cuando la Peste Negra azotó en el año 1349-50,”[5] de manera que Noruega sufrió un golpe semejante al de Inglaterra.[6] Pero estaba perfectamente claro que ‘los judíos’ no habían tenido oportunidad alguna de envenenar los pozos en Noruega.

“Los noruegos se convirtieron del paganismo al cristianismo a lo largo de casi 100 años, sobre todo por la fuerza de la coerción. En el año 1000, a los no cristianos les fue prohibida la entrada a Noruega pues se quería institucionalizar el cristianismo como la religión nacional. La prohibición ostensiblemente era dirigida hacia los paganos, pero impidió a los judíos emigrar a Noruega durante 800 años.”[7]

No había un solo judío en noruega en el año 1349.

Cabe preguntarse: Aunque los cristianos europeos odiaran a los judíos, ¿cómo es posible, de todas formas, que abandonaran toda lógica para creer una cosa tan ridícula como la acusación de que el pueblo judío era responsable de la Peste Negra? Muy sencillo: se suponía que ‘los judíos’ eran poderosa y sobrenaturalmente ‘malvados.’ ¿Acaso no escuchaban los cristianos de sus autoridades religiosas, todos los domingos, que ‘los judíos’ habían matado a Dios? Si eran capaces de eso, pues ¿qué no iban a hacer?

Aquella primera acusación de los evangelios canónicos (el ‘deicidio,’ o el asesinato de Dios), que es la más dramática, es falsa. Aunque usted crea que Jesús el Nazareno era Dios encarnado, el hecho histórico es que a Jesús lo ejecutaron los romanos, algo que inclusive los evangelios aseveran. Por supuesto, los evangelios representan al gobernador romano en Judea, Poncio Pilato, muy reacio, ejecutando a Jesús a regañadientes y bajo amenaza de ‘los judíos,’ quienes ferozmente exigieron la crucifixión de Jesús. Pero por varias razones esta representación resulta absurda.

Lo primero es que el pueblo judío era en ese entonces una de las poblaciones más grandes del imperio romano, desperdigados ya por todo el Mediterráneo y más allá.[8] Por lo tanto, más del 99.99% de la población judía de aquel tiempo no pudo estar presente en la ejecución de Jesús. En principio, solo una fracción pequeña de los judíos de Jerusalén pudo estar ahí. Resulta imposible, pues, que ‘los judíos’—como pueblo—hayan matado a Dios aunque supongamos que Jesús haya sido Dios encarnado y que el relato evangélico sea por lo general histórico.

Pero no podemos suponer que el relato de la Pasión de Jesús en los evangelios sea histórico. Los documentos antiguos que hacen referencia a Poncio Pilato, con excepción única de los evangelios, lo describen invariablemente como un monstruo descabellado que asesinaba judíos por diversión y que disfrutaba mucho provocándolos.[9] No hacía ninguna falta que una muchedumbre judía amenazara a Pilato para que ejecutara un judío que representaba un lío para Roma.

Y Jesús era un lío para Roma.

“Todos los Altos Sacerdotes [del Templo en Jerusalén] que vemos en los evangelios,” como dice el historiador Fergus Millar, “eran designados en su puesto por los romanos,” lo cual quiere decir que el Templo era por estos tiempos un centro de colaboración romana.[10] Era importante para los romanos, desde luego, fortalecer el prestigio del Templo contra los ataques intelectuales y físicos de los revolucionarios judíos y así ejercer la autoridad del Templo con mayor eficacia para el beneficio de Roma. Por lo tanto, si Jesús fue arrestado por causar un disturbio en el Templo, como lo aseveran los mismos evangelios, entonces Jesús representaba un lío para Roma; es inconcebible que Pilato, quien disfrutaba matando judíos de cualquier manera, hubiera sido reacio a matar a Jesús.

Finalmente, está el hecho de que la crucifixión era un sacrilegio para los judíos, y además era el símbolo de la opresión de los romanos contra los judíos, que era extrema. ¿Por qué pediría una muchedumbre judía la crucifixión de un hermano judío? Para entender esta pregunta en su contexto histórico, he aquí otra cita de la historia del antisemitismo occidental de James Carroll:

“En el año 4 antes de la era actual, que resulta ser también el año en que nació Jesús, Herodes el Grande murió. Su muerte dejó un vacío de poder que causó rebeliones violentas por parte de aquellos que querían suceder a Herodes como el títere de los romanos, y por parte de movimientos mesiánicos que buscaban la oportunidad para expulsar a Roma. Los romanos aplastaron todas las rebeliones y, con sus legiones basadas en Siria, reinstalaron el poder directo imperial. Como lo resumen los historiadores Richard Horsely y Neil Asher Silberman: ‘Los ejércitos romanos arrasaron con muchas ciudades y pueblos del país, violando, matando, y destruyendo cuanta cosa existía. En Galilea, todos los centros de rebelión fueron brutalmente suprimidos; la ciudad de Séforis fue completamente incinerada, y los supervivientes fueron todos vendidos como esclavos.’ Miles de judíos fueron muertos. Los pueblos en Galilea fueron asolados. En Jerusalén, de la cual los rebeldes brevemente se hicieron cargo, los romanos demostraron los límites a los que podían llegar para mantener el control, ejecutando sin más a cualquier persona sobre la cual cayera la más mínima sospecha de haber colaborado con la rebelión—[Flavio] Josefo dice que fueron dos mil. El método romano de ejecución, desde luego, era la crucifixión, y Josefo nos dice que precisamente fueron crucificados. Esto quiere decir que a un lado de las murallas de la capital judía fueron erguidas—no tres cruces solitarias en una colina, como en la aseada imaginación cristiana—sino quizá dos mil en hilera, una tras otra. De cada una de ellas colgaba un judío, y cada judío se sofocó a lo largo de varios días hasta que sus músculos se rindieron, y, no pudiendo ya mantenerse erguido, expiró su último aliento. Y una vez exprimida toda la vida, la carroña humana fue dejada sobre las cruces para que se la comieran los buitres.”[11]

Imaginar que una muchedumbre judía enfurecida, en el siglo primero, exigió a Poncio Pilato la crucifixión de Jesús es como imaginar que una muchedumbre judía enfurecida, en el Tercer Reich, exigió a Adolfo Hitler llevarse a un rabino controvertido a Auschwitz. Pero esto no es ni remotamente plausible, sin importar la controversia que hubiese podido suscitar aquel rabino.

Pero quienes adoptaban el cristianismo en el siglo primero no solo aceptaban esa acusación, sino que además veían en ‘los judíos’ a un pueblo deicida, que había matado a Dios. Cuando una buena porción del Mediterráneo oriental se convirtió al cristianismo, esto socavó el anterior apoyo político que los judíos antes tenían de los paganos, y volvió posible a los romanos llevar a cabo un exterminio antijudío en los siglos primero y segundo que solo puede compararse con la Solución Final Nazi, y que puede haber sido más terrible en términos relativos.

“. . .en la guerra de 66-73 de la era actual [la primera ‘Guerra Judía’] , . . .Jerusalén fue arrasada y cientos de miles de judíos fueron muertos (Josefo y Tácito estiman el número de judíos que murieron en 600,000; en la segunda ‘Guerra Judía,’ sesenta años después, calculan que murieron 850,000). . . [L]a gran mayoría de las víctimas fueron asesinadas sin los métodos mecanizados que vuelven la guerra moderna tan letal, por lo cual la analogía entre Roma y los peores dictadores del siglo veinte [es decir, Adolfo Hitler] no son exageradas. . . .si las legiones [romanas] hubieran tenido ametralladoras, bombas, trenes, y gas, es difícil creer que un solo judío hubiera podido sobrevivir el siglo segundo.”[12]

Basta con lo que menciona Carroll, pero de hecho le faltó la ‘Revuelta de la Diáspora,’ un episodio genocida que intervino entre las dos ‘Guerras Judías’: “Los historiadores estiman que muchos cientos de miles de judíos fueron asesinados por los romanos y los griegos en la ‘Revuelta de la Diáspora’ de los años 115-17 de la era actual.”[13] Lo que se desprende de todo esto es que el patrón de acusaciones absurdas seguidas de exterminios anti-judíos empezó hace mucho—hace dos mil años. Y cada acusación hacía posible la siguiente.

Se trata de una inercia cultural.

Ahora bien, como hemos visto masacres antijudías en Europa desde hace mucho, y como en tiempos modernos éstas han sido precedidas por acusaciones absurdas de conspiraciones judías ultra poderosas, uno podría esperar que la gente educada, en el mundo moderno, estaría lista para identificar la siguiente acusación absurda. Pero nadie la identifica, ni su peligro, y es esto lo más preocupante.

Hoy en día al mundo lo sofocan dos rumores principales: que Israel supuestamente controla la política exterior del único superpoder, y que ‘los judíos’ supuestamente controlan los medios de información occidentales.

Muy poca gente parece creer que estos rumores sean cosa alarmante, muy a pesar de que tengan la misma estructura básica que las acusaciones de la Peste Negra en el siglo catorce, y a pesar de que sean estos rumores prácticamente idénticos a las acusaciones de Los Protocolos de Sion, que produjeron exterminios antijudíos en el siglo veinte.

El pueblo judío no parece percatarse de que está al borde de otra catástrofe, como tampoco quiso creer lo peor en la víspera del genocidio nazi en que fueron aniquilados entre 5 y 6 millones de judíos europeos. Pero desde el punto de vista de la historia, el clima actual debiera resultar sumamente alarmante.

En 2003 Mahathir Mohammed, que fue primer ministro de Malasia, dijo lo siguiente:

“Nosotros [los musulmanes] de hecho somos muy fuertes. 1.3 billones de personas [la totalidad de los musulmanes] no pueden ser simplemente exterminadas. Los europeos mataron seis millones de judíos de 12 millones que eran. Pero ahora los judíos rigen el mundo a través de otros. Consiguen que estos otros se peleen y mueran por ellos.

. . .Ellos inventaron y promovieron con éxito el socialismo, el comunismo, los derechos humanos, y la democracia para que la persecución de los judíos pareciera injusta, y para que compartieran los mismo derechos con el resto de la gente. Con estos logros han tomado el control de los países mas poderosos y ahora esta pequeña comunidad se ha convertido en potencia mundial. No podemos luchar contra ellos solo con la fuerza. Hay que usar también el cerebro.”[14]

Los ‘malvados’ judíos, dice Mahathir, inventaron los derechos humanos y la democracia porque se imaginaron que tenían los mismos derechos que otros, y para hacernos creer que la persecución antijudía había sido injusta. ¿Se da usted cuenta del argumento? Mahathir acusa (¡!) a los judíos de inventar los derechos humanos y la democracia.

Mahathir es un fascista.

Mahathir obviamente reconoce que el pueblo judío ha sido perseguido y que, hasta hace poco, carecía de igualdad ante la ley (lo cual Mahathir defiende como justo). Esto quiere decir que, en su opinión, ‘los judíos’ no controlaban el mundo cuando “Los europeos mataron seis millones de judíos de 12 millones que eran.” Pero las cosas han cambiado, dice Mahathir, porque ‘los judíos’ “han tomado el control de los países más poderosos y ahora esta pequeña comunidad se ha convertido en potencia mundial.”

¿Y para qué habrían ‘los judíos’ de usar este poder mundial secreto que tienen…? Dice Mahathir: ¡para exterminar a los musulmanes! Pero los musulmanes no han de quedarse con los brazos cruzados esperando esta catástrofe: “Nosotros de hecho somos muy fuertes. 1.3 billones de personas no pueden ser simplemente exterminadas.”

Los extractos que cité son solo dos, tomados de un discurso en el que Mahathir no hizo más que decir lo mismo, de mil y una maneras: ‘Los ultra poderosos judíos quieren destruir a los musulmanes y nos tenemos que defender antes de que sea demasiado tarde.’ Este discurso inauguró la décima cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica, a la que acudieron todos los jefes de estado de los países musulmanes.

El público de Mahathir le aplaudió de pie.

Esto claramente está diseñado para provocarle al mundo un miedo histérico antijudío, al igual que las acusaciones idénticas de Adolfo Hitler también lo hicieron, con resultados desastrosos. Y el esfuerzo de Mahathir no es un esfuerzo aislado.

El fraude zarista de Los Protocolos de Sion es un bestseller en el mundo musulmán hoy día. Y no nada más ahí. Basta con señalar que la televisión estatal en Egipto produjo una serie en 40 episodios con el título Jinete Sin Caballo que está siendo vista en todo el mundo y que es una dramatización de Los Protocolos de Sion.[15]

Pero la gente educada en su mayoría no se apresura a advertir que estas populares acusaciones preparan una nueva gran masacre antijudía. Al contrario, lo que se oye es el refrán de que Israel y ‘el lobby judío’ controlan la política exterior EEUU, y que ‘los judíos’ controlan los medios de información (¡y no se olvide Usted de los bancos!).

Acerca del clima en occidente, basta con echarle un ojo a lo que dijo el candidato a la presidencia EEUU Ralph Nader durante la campaña presidencial del año pasado:

“Los días en los que el titiritero Israelí viene a los Estados Unidos y se entrevista con su marioneta de la Casa Blanca, y luego prosigue al Capitolio, donde se entrevista con cientos de otras marionetas, deben terminar.”[16]

Nader supuestamente es izquierdista, pero lo que dice no se puede distinguir de lo que escriben en sus páginas web los neonazis de extrema derecha.[17]

Parece, pues, que tenemos prisa por confirmar una vez más que Jorge Santayana estaba en lo cierto. Si estos mitos histéricos y sin fundamento continúan tomando vuelo sin oposición, vamos derecho a la catástrofe.

Así que yo voy a enfrentarme con ellos.

En otro artículo, he trazado ya la historia de la política exterior EEUU hacia los judíos desde los años treinta hasta la fecha, para demostrar que esta política ha sido consistente y radicalmente anti-judía, que continua siéndolo, y que se vuelve más antijudía todo el tiempo, muy al contrario de la creencia común y de los alaridos espumeantes de Mahathir y de Nader.[18]

También he documentado que el llamado ‘lobby judío’ no genera políticas pro-israelís—de hecho, lo que AIPAC (el órgano más visible del ‘lobby judío’) hace es promover políticas a favor de la OLP.[19]

En esta pieza documentaré que tampoco controlan ‘los judíos’ los medios de información occidentales, y que de hecho estos medios se esmeran siempre por atacar al pueblo judío.


El argumento
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Antes que nada, permítame exponerle dos hipótesis concerniendo el tipo de interés que pudiera determinar lo que se dice en los medios occidentales, especificando también qué tipo de evidencia apoyará una hipótesis contra la otra.

Hipótesis 1: Un interés pro judío controla los medios de comunicación masiva occidentales.

Hipótesis 2: Un interés antijudío controla los medios de comunicación masiva occidentales.

Si encontramos evidencia de que los medios mienten para defender a los judíos, y también para representar a los enemigos de los judíos, injustamente, de forma negativa, entonces habremos apoyado la hipótesis de un interés pro judío controlando los medios de comunicación masiva.

De forma inversa, si encontramos evidencia que los medios mienten para atacar a los judíos, y también para representar a los enemigos de los judíos, injustamente, de forma positiva, habremos apoyado la hipótesis de un interés anti judío controlando los medios de comunicación masiva.

No seré yo el primero en argüir y documentar que los medios occidentales tienen un sesgo antijudío. Pero el ejemplo que he escogido dejará bien claro que los medios de masa no tienen un mero sesgo, sino que mienten descaradamente, proporcionándonos así la demostración más contundente de que son antijudíos.

Examinaré cuidadosamente las actividades de dos personas: Raymond McGovern y Vincent Cannistraro, ambos ‘ex-miembros de la CIA.’ Estableceré, en este orden,

1)  que McGovern y Cannistraro son favoritos de los medios occidentales, los cuales ponen a estos dos todo el tiempo en el escaparate;

2)  que cualquier novato con veinte minutos de tiempo puede demostrar que McGovern y Cannistraro son unos mentirosos cuya misión profesional en la CIA era la de entrenar terroristas;

3)  que los medios occidentales saben esto acerca de McGovern y Cannistraro, pero no lo comparten con el público (al contrario, con esmero lo encubren);

4)  que McGovern y Cannistraro, empleando mentiras espectaculares, se las ingenian para atacar a Israel en los medios de comunicación masiva, defendiendo simultáneamente a los enemigos terroristas de los israelíes; y

5)  que las muy repetidas y promocionadas críticas de McGovern y Cannistraro contra la administración de Bush concerniendo la invasión de Irak han sido diseñadas con esmero para decir que ‘los judíos’ supuestamente controlan al gobierno EEUU con fines nefandos, produciendo así una versión moderna de aquella otra mentira, Los Protocolos de Sion.
 

Continúe a la 2a parte:
http://www.hirhome.com/israel/sp-mprot2.htm
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Notas y Lecturas Adicionales
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[0] Para leer sobre esto, consulte:

Nathans, Benjamin. 2002. Beyond the Pale: The Jewish encounter with late imperial Russia, University of California Press, Berkeley, CA. (pp.26-38)

[1] “The Protocols of Zion”; Emperor’s Clothes; 26 November 2002; by Jared Israel.
http://emperors-clothes.com/antisem/protocols-1.htm

[2] “The Protocols of Zion  -- An Exposure: Transcript of Philip Graves' articles published in the London Times, August 16 to 18, 1921”; Emperor’s Clothes; Posted 21 November 2002.
http://emperors-clothes.com/antisem/graves-tran.htm

[2a] “Henry Ford, el cual estaba muy impresionado por el eficiente método mediante el cual los enlatadores de carne descuartizaban los animales en Chicago, hizo su gran contribución a la carnicería de personas en Europa; no sólo desarrolló la cadena de producción -- que usarían los alemanes para asesinar judíos-, sino que además lanzó una violenta campaña antisemita que ayudó a que el Holocausto tuviera lugar.

A principios de los 1920's el periódico semanal de Ford, el Dearborn Independent, publicó una serie de artículos basados en el texto de Los Protocolos de los Sabios de Sion, un tratado anti-Semita que había estado circulando en Europa. Ford publicó una recopilación de los artículos en un libro titulado El Judío Internacional (The International Jew), que fue traducido a la mayoría de los idiomas europeos y fue ampliamente difundido por antisemitas, sobre todo por el editor alemán Theodor Fritsch, un temprano admirador de Hitler. Gracias a una campaña de publicidad bien financiada y el prestigio del nombre de Ford, El Judío Internacional tuvo un gran éxito tanto dentro como fuera de EEUU.

El Judío Internacional encontró su público más receptivo en Alemania, donde se conoció como El Judío Eterno. Ford era enormemente popular en Alemania. Cuando se publicó su autobiografía allí, se convirtió inmediatamente en un número uno de ventas. A principios de los años 20 del S.XX, El Judío Eterno se tornó rápidamente en la biblia del antisemitismo germano, con la editorial de Fritsch llevando seis ediciones a la calle entre 1920 y 1922.

Después de que el libro de Ford atrajera la atención de Hitler en Munich, este usó una verSion más corta del libro en la propaganda nazi contra los judíos de Alemania. En 1923, un corresponsal alemán del Chicago Tribune informó de que la organización de Hitler en Munich "sacaba libros del Sr. Ford a camiones llenos". Baldur von Schirach, líder de la Juventudes Hitlerianas e hijo de padre aristócrata alemán y madre americana, dijo en los juicios de Nurenberg tras la guerra que se hizo antisemita convencido tras leer El Judío Eterno. ‘No tenéis idea de la gran influencia que tuvo este libro en el pensamiento de la juventud alemana. La jóven generación admiraba los símbolos de éxito y prosperidad como Henry Ford, y si decía que los judíos tenían la culpa, pues claro que le creíamos.’

Hitler tenía a Ford como un camarada de armas y guardaba un retrato de él a tamaño natural en la pared al lado de su mesa en su oficina en Munich. En 1923 cuando Hitler oyó que Ford quizá se presentara a las elecciones para Presidente de los EEUU le dijo a un reportero americano ‘Me encantaría poder enviar algunas de mis tropas de asalto a Chicago y a otras grandes ciudades americanas para ayudarle en las elecciones . Pensamos en Heinrich Ford como en el líder del creciente movimiento fascista en America. Acabamos de tener sus artículos antijudíos traducidos y publicados. Su libro circula en Alemania a millones.’ Hitler alababa a Ford en Mein Kampf, el único americano excepcional. En 1931, cuando un periodista del Detroit News le preguntó a Hitler qué significaba para él el retrato de Ford que había en la pared, Hitler dijo, ‘Considero a Henry Ford como mi inspiración.’”

FUENTE: “Animals, Slavery, and the Holocaust”; Logos; Spring 2005; vol. 4, iss. 2.; by Charles Patterson
http://www.logosjournal.com/issue_4.2/patterson.htm

[3] Cohn, N. 1981. Warrant for genocide: The myth of the Jewish world-conspiracy and the Protocols of the elders of Zion. Chico, CA: Scholar's Press.

[4] Carroll, J. 2001. Constantine's Sword: The Church and the Jews. Boston: Houghton Mifflin. (p.339)

[5] Diamond, J. M. 2005. Collapse: How societies choose to fail or succeed. New York: Viking. (p.267)

[6] “La población en Inglaterra en 1400 era quizá la mitad de lo que había sido 100 años antes; en ese país solamente, la Peste Negra causó la despoblación o la desaparición total de alrededor de 1,000 pueblos.”

FUENTE: "Black Death." Encyclopædia Britannica from Encyclopædia Britannica Online.
http://proxy.library.upenn.edu:8420/eb/article-9015473
[Accessed August 7, 2005].

[7] “Jews in Norway”; From Wikipedia, the free encyclopedia.
http://en.wikipedia.org/wiki/Jews_in_Norway

[8] El historiador Robert Wolfe dice que los judíos eran el 10% de la población Mediterránea. William Horbury dice 8-9%, y es la estimación mas bajo que he visto. Algunos dicen mas del 10%.

Wolfe, R. 2003. The origins of the messianic ideal. New York: J-Rep. (p.59)

Horbury, W. 1991. "The Jewish dimension," in Early Christianity: Origins and evolution to AD 600. In honor of WHC Frend. Edited by I. Hazlett. London: SPCK. (p.40)

Los Hechos de los Apóstoles (2:5-11) menciona que Jerusalén estaba llena de “judíos de todas las naciones” que acudían ahí en peregrinaje. Esta es la lista completa que aparece en el texto:

“. . .partos, medos, elamitas, los que habitan Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las partes de Libia que están contra Cirene, y los forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes. . .”

El filósofo judío Filo de Alejandria (del siglo primero) escribió en su Legatio ad Gaium (281-283) que:

“. . .La Ciudad Santa [Jerusalén]. . .es la capital no solamente del país de Judea sino de otros paises, debido a las colonias que ha enviado una y otra vez a las tierras de Egipto, Fenicia, y Síria. . ., a los paises lejanos de Panfilia, Cilicia, la mayor parte de Asia incluyendo tan lejos como Bithynia y los lugares mas reconditos de Pontus, y de la misma forma a Europa, Thessalia, Boicia, Macedonia, Etolia, Atica, Argos, Corinto, y la mayor parte de los mejores lugares en el Peloponeso. Y no son solo los continentes que están repletos de colonias judías. Lo mismo se aplica a las islas mas conocidas, como Euboa, Chipre, y Creta. Y ya no se diga de las regiones que están mas allá del Eufrates. Con la excepción de un distrito pequeño, todas ellas, Babilonia y las otras satrapías que gozan de tierra fértil, tienen asentadores judíos. . .en Europa, Asia, y Libia, en continentes, islas, en costas y tierra adentro. . .”

[9] Este no es mas que un ejemplo, tomado de una lista muy larga de provocaciones deliberadas de Pilato con el fin do proveerse de excusas con las cuales atormentar y asesinar judíos. Construyó un acueducto en Jerusalén expropiando para ello el dinero del Templo, a pesar de que los fondos del Templo, aún bajo la ley romana, eran supuestamente sacrosantos. Cuando se reunió una muchedumbre enfurecida a protestar, Pilato estaba listo, y “ordenó a sus soldados que se vistieran de civiles, ocultando sus armas y desperdigándose entre la muchedumbre.” Cuando la gente no se dispersó dio la orden y los soldados atacaron. “Varias personas fueron muertas y otros fueron aplastados por la estampida que dio lugar.”

FUENTE: Pagels, E. 1995. The Origin of Satan. New York: Random House. (pp.30-31)

[10] Millar, F. 1993. The Roman Near East: 31 BC -- AD 337. London: Harvard University Press. (p.45)

[11] Carroll, J. 2001. Constantine's Sword: The Church and the Jews. Boston: Houghton Mifflin. (p.83)

[12] Carroll, J. 2001. Constantine's Sword: The Church and the Jews. Boston: Houghton Mifflin. (p.90)

[13] Wolfe, R. 2003. The origins of the messianic ideal. New York: J-Rep. (pp.58-59)

[14] Dr Mahathir opens 10th OIC Summit: Update from The Star News Desk”; The Star Online; Thursday October 16, 2003.
http://thestar.com.my/oic/story.asp?file=/2003/10/16/
oic/20031016123438&sec=%20OIC

Recomiendo leer lo siguiente:

“What do the EU, George Bush and Malaysian PM Mahathir have in Common? (Could it be they're all pushing the politics of antisemitism?)”; Empeor’s Clothes; 26 November 2003; By Jared Israel.
http://emperors-clothes.com/docs/eureport.htm

[15] “The Protocols of Zion”; Emperor’s Clothes; 26 November 2002; by Jared Israel.
http://emperors-clothes.com/antisem/protocols-1.htm

[16] Mr. Nader's Baiting,  The Washington Post, August 15, 2004 Sunday,  Final Edition, Editorial; B06, 448 words

[17] Por ejemplo, el artículo del Washington Post citado en el texto compara lo que dijo Nader a lo siguiente, dicho por la National Alliance, un grupo neo-nazi:

“Bush also repeated the catch-phrase . . . ‘committed to the security of Israel as a Jewish state,’ which is repeated almost word-for-word again and again by Israel's sycophants and Capitol Hill puppets.”

[18] “Is the US an Ally of Israel?”; Investigative and Historical Research; by Francisco Gil-White.
http://www.hirhome.com/israel/hirally.htm

[19] "WHAT IS AIPAC FOR?: Does the so-called 'Jewish Lobby' produce pro-Israeli US foreign policy, or the opposite?"; Historical and Investigative Research; 5 May 2005; by Francisco Gil-White
http://www.hirhome.com/israel/aipac.htm


www.hirhome.com

<  Parte 1  -- Introduccion: Los "Protocolos de los Sabios de Sion" desde la mas amplia perspectiva histórica.


<  Parte 2  --  Los medios occidentales adoran a Raymond McGovern y a Vincent Cannistraro.


<  Parte 3  --  ¿Hemos de creerles a ‘ex-miembros de la CIA’?


<  Parte 4  --  Cómo los medios de masas encubren a Vincent Cannistraro, terrorista.


<  Parte 5  --  McGovern y Cannistraro ambos atacan a Israel  -- con mentiras.


<  Parte 6  --  ¿Porqué no desenmascara el gobierno de los EEUU a McGovern y a Cannistraro?


<  Parte 7  --  ¿Porqué dice la gente que ‘los judíos’ controlan los medios? No es cierto. .

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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